viernes, 1 de julio de 2016

Segunda lección: renta fija

A diferencia de la renta variable, en la que el poseedor tiene una participación de la empresa (es uno de sus dueños), en la renta fija lo que el poseedor adquiere es un porción de un préstamo que se le ha concedido a las empresas o, más bien, que las empresas se han autoconcedido. Una empresa lanza su oferta de deuda a los particulares y éstos deciden comprarla, es decir, aportar dinero. Entonces el inversor pasa a ser acreedor de la empresa pero no es dueño como en el caso de los accionistas. A cambio, recibirá un interés que es fijo y sólo por ese motivo se llama "renta fija". Pero de igual forma que las acciones, las participaciones de renta fija (bonos, letras etc) pueden comprarse y venderse y por tanto, puede oscilar su precio, igual que las acciones. Por eso invertir en renta fija puede llegar a ser tan arriesgado como invertir en renta variable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario